miércoles, 30 de noviembre de 2011

De baberos

(Esta entrada la tenía preparada de julio... y hasta hoy), aquí os muestro los últimos baberos que me hizo mi madre (no para mi exactamente, claro, jaja) reciclando telas. De lo más suaves y amorosos...

Éste con la tela del faldón y el arrullo y el revés con una muuuuy suave.


La misma utilizada para este otro.

Con esta tela se hizo el saco del matrix (capazo y huevito) y una bata de peque.


Y estos son los restos de una ranita de bebé.



Tengo todavía unos pendientes de hacer, aunque esos ya son cuenta mía (el otro día, y esto no es de julio sino de ahora, hice un acercamiento, pero tuve que salir por patas... no me cargué nada).

martes, 29 de noviembre de 2011

Juego de bufanda y gorro

Aún no os lo había enseñado, aunque hace tiempo que está terminado. Así que aquí está este juego infantil de bufanda y toalla con las aplicaciones de flores del estupendo libro '100 flores de punto y ganchillo', obra de Lesley Stanfield.


Os lo había enseñado aquí cuando estaba en proceso.




lunes, 28 de noviembre de 2011

Editado: Momento paseo mañanero

Aprovechando que hacía bueno, aunque estaba frío, y que la Senda Verde Oviedo-Fuso la Reina-Tuñón, que entronca con la Senda del Oso (donde viven las osas Paca y Tola y su por ahora pretendiente Furacu) hacia Teverga y Quirós , queda cerca de mi casa nos fuimos a dar una vuelta. Ya os había hablado de ello aquí y aquí.

Desempolvamos la bici y el portabebés y a darle al pedal.

Yo, como soy puérpera total elevado al cuadrado, pues bandolera en ristre llevé al peque de la casa.


Cómo se nota que en España no estamos acostumbrados ni a uno ni a otro porque todo el mundo se vuelve a mirar tanto el portabebés de la bici como cualquier método de porteo que se lleve (bandolera, fular, meitai u otro tipo de mochilas incluida la de monte para llevar peques que también tenemos). Desde aquí yo os lo recomiendo a todos aquellos que tengáis bebés, y no me refiero sólo a los recién nacidos, que se puede portear hasta igual cuatro años, aunque también depende de cómo sea el peque de "explorador", jeje. ¿Qué tal vuestro fin de semana?

PD: Edito esta entrada porque acabo de descubrir esta página donde explican y dan ideas sobre porteo.

viernes, 25 de noviembre de 2011

Mochila de cuero

Por fin os muestro mi mochila de cuero. Para mi es toda una joya. Me la hizo mi madre y está más que trayada, pero ahí sigue, casi como el primer día (que no recuerdo ya cuál fue, pero puede que guapamente tenga algo más de diez años).


Éste es un detalle del motivo celta.

Lo bueno de la mochila, entre otras cosas, es que es antirrobo. Una vez que te la cuelgas no hay manera de abrirla, así que es ideal en ese sentido para viajes o follones de gente. En el interior tiene un pequeño bolso, eso sí, acaba siendo una especie de cajón desastre en el que metes y metes y luego tienes que andar revolviendo para encontrar, por eso me hice este neceser o este otro con la intención de organizarlo un poco.

jueves, 24 de noviembre de 2011

Un álbum de andar por casa

Gracias por vuestros comentarios. Me alegra mucho que mi blog sirva para despertar creatividades e inquietudes. A mi lo que me encanta de los vuestros, entre otras cosas, es que aprendo. Y eso me gustaría que os llevárais del mío, o al menos una sonrisa.

Y ahora lo que os iba a contar. Tengo por costumbre no comprar álbumes de fotos (sí, hoy en día, donde todo es digital, yo tengo una cámara réflex analógica y me gusta ver las fotos en papel, qué se le va a hacer), sino que utilizo carpesanos/archivadores A-Z y los forro con papel de regalo (también puede ser con tela o cualquier otra cosa). Me dan más juego y tienen más capacidad. Tenía uno pendiente por forrar para colocar las fotos de mis peques y me puse, por fin, manos a la obra. Estos son unos que ya tenía hechos.

Esto es lo que hace falta (al menos lo que yo usé):

Y se forra como un libro.

Y por dentro, por embellecerlo un poco.

Yo elegí este papel de dinosaurios bebé tan simpáticos (es en verde pistacho).

En el lomo del carpesano bordaré una tira a punto de cruz para indicar fechas, si no acabo en plan vago y pongo una pegatina, pero quedaría un poco cutrillo, a menos que fuera una pegata chula. Es una cosa facilota y bastante tonta, pero a lo mejor os sirve para algo u os da alguna idea. Besos.

PD: Últimamente me llega mucho spam como comentario al blog y quedan en el filtro antispam, ¿os pasa lo mismo a vosotr@s?

miércoles, 23 de noviembre de 2011

Oh Tannenbaum! (o guirnalda de árboles de Navidad)

Os lo iba a enseñar cuando tuviera la guirnalda al completo hecha, pero pensé que por aquello de preparar las cosas con tiempo igual venía mejor que os lo mostrara ahora con el tutorial.



Uno de los árboles de cerca (habrá que bloquearlo para que quede estirado). Yo todavía no decidí lo de los cascabeles: sí, no, ni pa ti ni pa mi.

Espero que lo veáis bien, sino preguntadme. Se empieza con un anillo mágico y a partir de ahí las vueltas están numeradas: vais creciendo hacia arriba y después se va rodeando a base de punto deslizado (slip stitch) desde donde pone edging round hacia el anillo del principio para hacer el tronco. Una vez hecho volvéis a recorrer la otra mitad del árbol con más slip stitch, que en el gráfico aparece representado por puntos. A mi me lleva cada árbol como una hora.

sábado, 19 de noviembre de 2011

Costura para lechones

(Parafraseando el curso de Gomaespuma "Inglés para lechones", jeje). Pues eso, que ya puedo decir que tomé mi primera clase de máquina de coser y estoy muy contenta y orgullosa, aunque lo que haya hecho es una pijadilla (no me torcí tanto, ole ole).

Bueno, pues es que tenía yo un par de grannies que hice de prueba para la manta de la abuela y no sabía qué hacer exactamente.


En un principio pensé en una bufanda, pero al final consideré que me vendría bien un nuevo neceser para mi mochila de cuero (a ver si os la enseño algún día, que me la hizo mi amantísima madre). Y dicho y hecho.

Los uní a ganchillo con un punto deslizado (también conocido como punto raso o falso, slip stitch en inglés...) por el revés de los grannies... (la aguja lanera es para rematar).

Aproveché un trozo que sobraba de una tela de piqué con el que mi madre hizo una colchoneta tipo saco de verano para la silla (de paseo) de mi trasta y un vestido para el verano...

Le di a la máquina bajo la atenta mirada de mi progenitora (jaja) y después cosí forro, cremallera y grannies a mano. Y aquí está el resultado. Ni tan mal, ¿no?


Ya sé que es un tontería lo de la máquina: coser tres lados y sobrehilar, pero como primer acercamiento (bueno, de pequeña ya le había dado en una tela cualquiera) de, espero, muchos otros no está mal *-^.

viernes, 18 de noviembre de 2011

El club de lectura

Como tenía poco lío, voy y me meto en más... Si es que una no puede parar, ni callar... Pues el otro día fui a una de las bibliotecas municipales a un cuentacuentos, y resulta que al final no hubo por un cambio de fechas. Así que, como andaba por allí la bibliotecaria, le pregunté por El club de lectura que organizan desde el curso pasado (esto de los clubes de lectura, no sé por qué, me suena un poco yanki... en fin, pijadas de una). Ya os hablé de mi gran pasión por la lectura, y me encanta hablar sobre lo que estás leyendo y compartir (igual que con el tema agujil).

El caso es que me lió/me dejé liar (que esto es como el discutir: dos no lo hacen si uno no quiere) y me dio el calendario de las próximas reuniones. Por ahora toca leer Lo real, de Belén Gopegui.

No había oído nunca nada ni del libro ni de la autora, y así en principio no me llama mucho la atención, aunque ya voy por la página 50. Sin olvidar Oryx y Crake de Margaret Atwood (creo que la temática tampoco me convence... clones y demás, pero sigo, que voy por la cincuenta y algo, y no soy de dejar libros abandonados, tengo dos por ahí en toda mi vida).

Entre otros libros a leer (hay un mes de una reunión a otra, así que se tendría que leer el libro en ese tiempo y después se comenta) está El lector, de Bernhard Schlink (yo me lo leí en versión original en alemán, Der Vorleser, y me acabó gustando, muy intenso, de hecho me dejó también "de luto"; tiene versión cinematográfica), La sociedad literaria y el pastel de piel de patata de Guernsey, de Mary Ann Shaffery y Annie Barrows (un libro muy recomendable y encantador; lo leí de rebote cuando era socia del Círculo de Lectores, que no me gusta nada y por eso me di de baja; el libro me sorprendió, de hecho tengo una entrada a medias para publicar algún día), El palacio azul de los ingenieros belgas (al que le tengo muchíiiisimas ganas desde hace tiempo; el autor, Fulgencio Argüelles, es asturiano -aquí haciendo patria, jeje- y tiene otras obras muy interesantes como Los clamores de la tierra, que me encantó, sobre el que tengo otra entrada preparada y que es del corte de Los pilares de la tierra pero ubicado en la monarquía astur).

Pues menudo rollo que os metí, jeje, pero es que la emoción me arrebata... Aunque ya sabéis que para gustos hay colores... Y por cierto, ya vi en las librerías El temor de un hombre sabio, de Patrick Rothfuss.

PD: No quedó muy aclarado, pero la autora del pichi de la entrada anterior no soy yo, sino la misma que de la falda: la madre amantísima de servidora *-^. Pues hala, ir polo segao y buen fin de semana, jeje.

jueves, 17 de noviembre de 2011

Pichi reciclado

Tenía una falda de esas largas, hasta los tobillos, que se llevaron hace mil años y que hacía siglos que no la ponía. La tela era de lana, con un estampado en el bajo y unos flecos, y a juego me había hecho mi madre (porque la falda me la hizo ella, que es la costurera), un chal.

Y como ya no le daba uso, acabó sus días convertido en esto: en un pichi para mi peque, sin estampado y sin flecos. La cola de ratón va en color guinda, que no se aprecia.


Y aquí, en el centro de la pechera, una gracia para sacarle un poco. ¿Qué os parece?

martes, 15 de noviembre de 2011

Primeras puntadas

Estaba ansiosa, no podía esperar, así que me puse manos a la obra: el punto de cruz me llamaba a voces... Y este diseño me gustaba muuuucho. Es sencillín y me apañaba con lo que tenía en casa: la tela y los hilos, que por supuesto no son exactamente los que pide el gráfico, pero ¿y qué?

Pensé que era más grande, pero queda no exactamente pequeño, digamos que "muy cuco" *-^.
Yo tengo una ovejita lucera...

Así que ésta es una de las razones por la que estuve un poco desaparecida estos días dándole al cross stitch. Tengo otras cosas entre manos, pero "necesitaba" (sí, sí, porque esto es una especie de adicción) empezar otra más, y con diferente tipo de aguja-ja-ja.

viernes, 11 de noviembre de 2011

Bufanda de hombre

Esta bufanda tiene ya algunos años. Es un regalo que hice para unas Navidades. La lana no es que sea jaspeada, es que es de doble hebra: una blanca y otra gris. Así que queda gordita (y calentita). Me parece una buena combinación para caballero, aunque igual un poco socorrida, por los colores, digo.

Está tejida a dos agujas en un punto elástico 1x1 y rematada a punto cangrejo con el ganchillo. El largo aproximadamente 1,50 metros.


(A ver si alcanzáis a ver algo en las fotos...).

miércoles, 9 de noviembre de 2011

Un momento tonto: Snowflakes o estrellas de Navidad

Pues eso, que tenía un momento tonto y en lugar de seguir con otros temas para ir terminándolos, me puse con estas estrellas de Navidad o Snowflake para probar e ir haciendo cierto acopio de adornos navideños personalizados. Y de paso para hacer felicitaciones personalizadas también, que siempre presta recibir algo diferente, hecho con cariño.

Es facilísimo de hacer y se tarda muy poco, así que si os apetece hacer una guirnalda para colgar, poner alrededor del árbol o simplemente colgarlas por ahí sueltas, os animo a que os pongáis a ello en un momento tonto *-^.

El patrón lo podéis encontrar en el estupendo blog de Lucy. Las explicaciones son en inglés, pero no tienen mayor problema si os fijáis en las fotos. Es a base de cadenetas, punto bajo y punto deslizado (o como quiera que lo llaméis: punto raso, punto falso...). El tamaño depende de la aguja y también de si hacéis sólo dos o las tres vueltas del patrón. Bueno, ya me diréis si os animasteis y qué tal. Yo tengo otros por ahí para probar con algodón mercerizado (se dice así, ¿no?).

(Estoy negra con el tema "cámara de fotos/teléfono/zoom"...).

martes, 8 de noviembre de 2011

Un poco de literatura

Por fin empiezo otro libro, porque el anterior hace días que lo terminé, pero no sabía qué leer después... no porque me dejara de "duelo", sino porque no sabía por qué decantarme. Y al final elegí Oryx y Crake de la escritora canadiense Margaret Atwood (lo quería leer en versión original, pero al final desistí). Tenía/tengo curiosidad en leer algo de ella, y no porque en 2008 fuera Premio Príncipe de Asturias de las Letras, porque soy antipremios (no creo mucho en sus criterios). A ver qué tal me resulta.

Me encantan los libros en formato bolsillo, son más manejables además de más baratos. Y tengo la costumbre de forrarlos para no estropear los picos de las cubiertas, que se pelan o se rizan. Normalmente utilizaba un folio o similar, y el año pasado me regalaron esta funda, que es elástica, así que se adapta a varios tamaños, y si no la doblas un poco y la fijas con papel fixo/cello. No es hecha a mano, lo siento. Es otro de los proyectos que tengo para hacer... pero sólo tenemos 24 horas al día, dos manos, una cabeza y un montón de asuntos que atender, ¿verdad? Le podéis echar un vistazo a la funda para libreta que publica El rincón de los hilos. A mi me gusta mucho.

Y en cuanto a proyectos en curso (los WIP, que ya me enteré de lo que significa, jaja) tengo varios, pero ni una foto, así que ya os iré contando en futuras entradas. Besotes.

PD: forro los libros durante su lectura, no para siempre, que no sé si se mal entiende *-^.

domingo, 6 de noviembre de 2011

Rectificación y Streuselkuchen

Estaba haciendo el elástico de la forma que os expliqué en esta entrada y me di cuenta que había un error. Así que ya está subsanado.

Y cambiando de tema, no sé qué tal tendréis el tiempo de este fin de semana, pero aquí ya está más acorde con la estación en la que nos encontramos. Así que os propongo para entretener el rato y después el estómago una receta de dulcería: el Streuselkuchen. Es un pastel alemán. Streusel es la típica cobertura, esa especie de costrilla, que llevan muchos de sus pasteles y que está de muerte a base de azúcar, harina y mantequilla.

Para la masa: 375 gramos de harina, 50 gramos de azúcar, si queréis un sobre de azúcar vainillada, una pizca de sal, la mitad un cubito de levadura de panadería, 250 mililitros de leche templada y 50 gramos de mantequilla (fundida y enfriada). Por encima se le puede echar guindas en almíbar, melocotón en almíbar, piña... lo que queráis, vamos (yo le eché melocotón).

La masa, como véis, es un poco pringue (no queda compacta).

Para el Streusel: 300 gramos de harina, 150 gramos de azúcar, un paquete de azúcar vainillada y 150 ó 200 gramos de mantequilla. Se mezcla todo esto a mano y debería quedar como granulado todo, no tan pegote como a mi (es la segunda vez que hago el pastel, así que no recuerdo bien).

Y con el horno precalentado, se mete durante 30 minutos a 170º. En esta ocasión lo puse en un molde redondo (y con el papel éste, que luego me cuesta desmoldar), pero por la cantidad de masa os recomiendo que lo hagáis en uno más grande, por ejemplo en la propia bandeja del horno para que la base no os quede muy gorda. ¡Y a zampar!